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 seo  yerik  -  humano  -  22  años  -  19  de  junio  del  2002  -  geminis  -  estudiante  de  fotografía  -  fc:  huening  kai

HISTORIA

Viene de una familia biparental, con padres amorosos y sumamente devotos a sus hijos hasta el punto donde prácticamente creció educado en casa. Tiene una hermana mayor y una más pequeña.

Su familia es cristiana, por ende, él también lo es. Estuvo inmiscuido en la religión por mucho tiempo, y aunque actualmente no es tan devoto como su familia, sigue teniendo ciertos manierismos propios de una persona que creció en un “culto”. Lleva un crucifijo de plata en el cuello.

Se metió en la fotografía, especialmente en fotografiar estatuas y esculturas de santos y vírgenes sufriendo y llorando sangre, siendo su deseo morboso siempre esa clase de arte, también las pinturas de Jesucristo en la cruz con una expresión doliente.

Su primer acercamiento homosexual con un hombre, fue con un chico varios años mayor de su club de lecturas, con quien tenía pequeñas escapadas a lugares donde los ojos humanos no podían, pero los de Dios, siempre podían verlo.

Ese mismo chico fue su primera decepción y su caída a una especie de abismo donde no pudo salir, gracias a la fotografía pudo capturarlo con otros chicos y otras chicas, utilizándolos para sus deseos depravados. Yerik mandó a su correo las fotografías, chantajeándolo anónimamente para que abandonara la ciudad. Su cometido dio resultados, pero Yerik considera que fue su primer paso al infierno.

Es obsesivo compulsivo, tiene que tener todo ordenado y acomodado de una sola forma, conoce como está su departamento de pies a cabeza y cualquier cosa fuera de lugar, la detecta de inmediato. Este comportamiento también lo lleva a las personas, “enamorándose” de ellas y capturando sus vidas por medio de fotografías, creando altares de estas, nunca siendo descubierto por ellos hasta que una nueva obsesión llega a él.

Es una persona que pasa desapercibida como un chico modelo, agradable y risueño, que se desea tener en sus fiestas o que todos desean ser sus amigos, es un gran manipulador y le encanta ser el centro de atención. No obstante, su personalidad es retorcida, como se debe esperar de alguien que toma fotografías sin el conocimiento de sus “presas”. Nunca ha lastimado a nadie, pero no duda en su capacidad de hacerlo si se ve acorralado.

Fuma marihuana de forma recreativa, pero nadie sabe de ello.

Ha dejado de creer en Dios, porque si existiera, lo hubiese castigado por lo que hace. No obstante, sigue acudiendo a misa los domingos con su familia y sigue teniendo la misma obsesión con la imagen religiosa del arte.

UNIVERSO ALTERNO

damian  balam  -  semi  dios  -  cientos  de  años  /  aparenta  22  años  -  monarca  del  reino  de  la  flora  y  la  fauna  y  de  los  sacrificios.

HISTORIA

Damian proviene de una familia directamente relacionada a los Dioses, por ende, su monarquía es hereditaria. No obstante, su padre enfermo de poder y sin deseos de relegar el puesto pronto, comenzó una masacre contra sus propios herederos y sus esposas, matando a cada una de ellas para luego seguir con sus propios hijos criados en sus aposentos. Lo que una vez conocieron como amor, ahora se volvía ira y locura. No conforme con asesinar a su propia gente, decidió que no iba a arriesgarse a que los Dioses eligieran otro heredero entre los plebeyos, por ende, una mañana decidió que todos deberían entregar a sus hijos para ser sacrificados a su Dios y a los volcanes, comenzando una masacre sin precedentes.

La madre de Damian logró escabullirse y meter a Damian en una cesta, echándolo cuesta abajo sobre el gran río que recorría las selvas del reino, pidiendo una plegaria a los Dioses de que su hijo pudiese llegar con bien y crecer para poder derrocar a su padre. Luego de ver la cesta bajar por el agua, la mujer decidió acabar con su vida ofreciéndose como sacrificio a uno de los volcanes.

El Dios de la Fauna, Flora y  los sacrificios escuchó su ruego, logrando que la criatura llegase hasta el cause del río donde fue echado, logrando sobrevivir gracias a que lo adoptó una vieja shaman que habitaba lejos de toda población. Damian creció más que nada entre animales salvajes, aprendiendo de ellos, cazando y pescando por su cuenta, aprendiendo el idioma de la shaman y aprendiendo a pelear de las impresionantes peleas que tenía con los reyes de la selva, con quienes podía comunicarse telepáticamente.

Al cumplir la mayoría de edad, recibió el llamado de su Dios, quien le dio las indicaciones exactas de donde provenía y a donde pertenecía. La shaman que lo cuidó había fallecido hace algunos años, no tenía nada que perder al marchar en búsqueda de su senil y estúpido padre. Se presentó en el templo de la serpiente emplumada, con un macuahuitl en mano y una sonrisa siniestra en su faz, su padre le vio con horror al sentir el poder que recorría sus venas, el mismo que alguna vez lo hizo glorioso a él. Damian lo derrotó, no fácilmente, pero si de forma sanguinaria y definitiva, arrancándole el corazón y dejando pudrir su cuerpo y carne bajo los abrasivos rayos del sol. Su oráculo recibió la visita esa misma noche, anunciando a Damian como el Monarca de la flora, fauna y los sacrificios.

Es un semi-dios joven, inexperto y el ultimo en unirse al pequeño y raro grupo de semi-dioses. Consiguió miradas desde su primera aparición en público, gracias al color de su piel y su cabello, a los tatuajes turquesa sobre su piel y lo colorido de sus atuendos, demostrando porque es el Rey Jaguar. Su físico trabajado y machacado por la jungla, le hicieron parecer un alfa atractivo a ojos de todos los semi-dioses.

Damian parece inocente y algo tonto, testarudo y berrinchudo, pero es un semi-dios sanguinario, psicótico y celoso, pierde rápidamente los estribos y se convierte en una fiera compleja de controlar, por no decir imposible. Si has caído de su gracia o le molestas por alguna razón “infantil”, probablemente buscará hacerle el próximo sacrificio que ofrezca a su Dios en lo alto del volcán. No controla sus emociones, como tampoco quiere aprender a hacerlo.

Tiene tres poderes elementales y uno no elemental, donado por el Dios de la Flora, Fauna y los Sacrificios.

Control de las bestias y la flora: Puede controlar cualquier tipo de animal salvaje y la flora alrededor, prefiriendo los climas húmedos o lluviosos, como también los templados. El jaguar es su bestia primordial, la que lo cuidó cuando era pequeño y, por ende, es su principal ejercito y mascota en el templo de la serpiente emplumada. Es una especie de control mental que puede ejercer también en humanos, pero requiere de mucha concentración de su parte.

Manejo de la lava y el fuego: Puede controlar los volcanes alrededor de él, la lava y el fuego, creando caos cuando su temperamento saca lo peor de su persona. Es más adepto con la tierra, el control de los volcanes que con el fuego producido por madera. Suele aceptar sacrificios de su gente, manteniéndolo feliz y contento por su tercer poder elemental.

Regeneración: Damian puede regenerarse gracias a los sacrificios, especialmente cuando consume la sangre de estos y puede arrancar los corazones de las personas con sus propias manos. Es una especie de vampirismo, propio de su herencia y es una de las cosas que más disfruta. Puede morir como todos los semi-dioses, pero la sangre le mantiene “joven” y fuerte.

Vudú: Su poder no elemental y que es un regalo de su Dios al igual que la shaman que cuidó de él, es la practica del vudú. Puede causar daño a otros por medio de pequeños muñecos de paja o de tela, que construye el mismo y bajo el símbolo del calendario azteca, logra sus cometidos de lastimar a otros. Puede controlar personas a distancia gracias a este poder, siendo divertido para él más que sus demás poderes que requieren acción cuerpo a cuerpo.